En un estudio realizado en 1984 por Betty Grayson y Morris Stein,
se le pidió a convictos de asalto a mano armada, violaciones y
asesinatos que le dieran un vistazo a la grabación de una concurrida
acera neoyorquina. ¿La razón? pedirles que identificaran a cúales personas escogerían para asaltarlos.
Aunque cada uno de los criminales vio la grabación por separado, los
científicos se sorprendieron al descubrir un marcado consenso en cuáles
son las características que definen a un “blanco fácil”, o un transeúnte
susceptible de agredir.
Estas señales son llamadas precipitadores, y
los maleantes las detectaban inconscientemente en los transeúntes sin
importar su género, edad, raza o complexión física. Algunas mujeres de
contextura menuda eran descartadas, mientras que algunos hombres
corpulentos eran seleccionados como víctimas factibles.
Las actitudes más resaltantes de los “blancos fáciles” eran las siguientes:
- Caminar inseguro:
Desde que el mundo es mundo, los depredadores han enfocado sus fauces a
los más lentos de la manada. Si lo proyectamos a la actualidad, las
personas proyectan indefensión cuando caminan demasiado lento
arrastrando los pies, o cuando lo hacen de manera frenética y apurada
demostrando ansiedad.
Lo que debes hacer: Los científicos denominaron “Sincronización estable” al ritmo ideal de caminata: ni demasiado rápido o lento.
- Parecer perdido o confundido con su destino:
Cuando una persona se encuentra nerviosa, es posible que dude el camino
que deba tomar. De repente frena en seco en una esquina, duda viendo
hacia ambos lados y finalmente cruza… para luego frenar de nuevo y
regresar hacia el lado opuesto. Los violadores valoran este tipo de
actitudes en sus víctimas pues sienten que pueden dominarlas (Para ellos no es tan importante el sexo, tanto como el juego de poder del sometimiento).
Lo que debes hacer: Además de tener un ritmo de caminata estable, planifica mentalmente tu ruta y “fluye” por ella sin titubear.
- Mantener el mentón bajo y la mirada perdida:
En este sentido, las cosas han cambiado mucho desde los años ochenta.
Ahora prácticamente caminamos pegados a nuestros teléfonos… lo que baja
nuestro mentón y ya sabemos que eso nos hace ver más bajitos e incluso indefensos. Estar distraído también es un imán de problemas, pues los criminales siempre buscarán tomarte por sorpresa.
Lo que debes hacer:
Mantente alerta de tu entorno y la gente que te rodea, especialmente si
estás en un lugar que no conoces bien. Asegúrate de mirar a lacara con
una expresión neutral. Esto disuade a la mayoría de los asaltantes
pues es una señal de poder.
- Alardear de tu solvencia económica: el Criminólogo Richard Wright de la Universidad de Missouri
asegura que la mayoría de los ladrones ven la vida como un sistema
injusto, y que la demostración pública que hacen los demás de sus
bienes, puede avivar esa rabia contenida.
El científico hace hincapié en que esto no necesariamente tiene que
ser manifestado con joyas o autos caros; cualquier joven “con cara de
fastidio”, ondeando una vistosa tableta digital de última generación
despertará estos impulsos muy fácilmente.
Lo que debes hacer: pues ser precavido y no exhibir en público señales que denoten una holgada tarjeta de crédito.
- Detenerse a hablar con extraños: Calvin Donaldson
ha estado en prisión por años luego de asaltar a una pareja que detuvo,
preguntándoles una dirección. Él mismo nos recomienda: “Una vez
que un criminal logra que te detengas a hablar con él, estás abriendo la
posibilidad de ser atacado. Simplemente no te detengas”.
Lo que debes hacer: Mantente en movimiento y alerta, especialmente cuando vayas a entrar a tu coche.
- Tratar de negociar o resistirse: Si sólo se trata de un robo, el psicólogo criminal James Arey recomienda asumir la actitud de “hombre gris”. No te desesperes, no hables y entrega exactamente lo que se te pide.
LENGUAJECORPORAL.ORG
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