Cómo mantener tu voz en forma para una presentación

Todos, sin importar nuestra profesión, somos comunicadores en el fondo; y por mucho que nos sirvan los mensajes de texto y el correo electrónico, nuestra voz es el medio más idóneo para proyectar ideas y persuadir audiencias.

Si impartes talleres o conferencias con regularidad, es probable que tu voz se resienta; entre la expectativa del momento, la ansiedad, el aire acondicionado o incluso malos hábitos alimenticios, tu herramienta de persuasión más importante puede perder brillo. 


Aquí tienes algunas recomendaciones muy útiles para mantener tu voz en forma:

– Evita la cafeína, el alcohol y el cigarrillo (o el humo de los demás), que resecan tus cuerdas vocales y el tejido alrededor. Antes de tus presentaciones bebe sólo agua a temperatura moderada (No muy fría).

– Evita tomar lácteos y comidas fritas; a la larga esto también reseca tu garganta y el aclararla estresa tus cuerdas vocales. Si es posible, una sopa o crema tibia es la mejor opción.

– Si sufres de reflujo ácido, tu voz se resentirá, especialmente en momentos de ansiedad previos a una presentación. Recurre a un médico para que te indique medicamentos que te ayuden a aliviar tu condición para esos días.

– Es normal que el día de tu presentación amanezcas con una voz más áspera de lo normal, especialmente si dejaste las prácticas y ensayos para última hora y no te sientes lo suficientemente preparado. Es importante que descanses tu voz lo más posible antes de tu evento.

– Evita a toda costa gotas o remedios “milagrosos“ para la tos. La mayoría de ellos contienen azúcar y mentol, los cuales producen desbalances energéticos y resequedad en la boca, respectivamente.

– La noche anterior a tu presentación, respira un poco de vapor caliente para relajar tus vías respiratorias. Coloca en un caldero un poco de agua a hervir, y con una toalla extendida sobre tu cabeza (para atrapar la mayor cantidad de vapor), respira normalmente.

Tu voz es tu herramienta más importante; no la sometas a esfuerzos innecesarios ni creas que es invencible. Cuídala, y no olvides que podemos enseñarte a dar presentaciones extraordinarias con nuestro curso de Locución y Oratoria. 


El contenido no lo es todo


La brillantez de tu mensaje es sólo parte de lo que tu audiencia percibirá durante una presentación, entrevista o debate; la otra parte, eres tú mismo, la impresión de tu imagen personal con la que presentas el contenido.

Tu presentación siempre será holística; lo que tu público ve y escucha contribuye significativamente a su sensación de estar aprovechando o desperdiciando el tiempo contigo. ¿No lo has pensado?


Démosle un vistazo a los componentes de tu imagen y examinar cómo tu audiencia interpreta algunas de las cosas que ven.

CONTACTO VISUAL

Lo que ven: Estás volteando a ver tus diapositivas o tus anotaciones en vez de verlos a ellos. Estás viendo puntos imaginarios por encima de los asistentes y no directamente a sus ojos. Metódicamente giras los ojos de un lado a otro como si estuvieses viendo un partido de tenis.

Lo que interpretan: No estás preparado o te cuesta conectar con ellos (o ambos).

¿Qué debes hacer? comunica tu confianza y entusiasmo de estar allí manteniendo el contacto visual con un participante al azar durante 3 a 5 segundos antes de “saltar a los ojos“ de otro. Descansa tus ojos con frecuencia pero sin dejar de ver a tu público. Asegúrate de prepararte lo suficiente de tal manera de que no tengas que depender en exceso de tu material audiovisual.

GESTOS MANUALES

Lo que ven: Jugueteas con tu cabello, tus lentes, joyas, vello facial…o tus brazos parecen pegados a tus costados, haciendo que tus gestos se sientan tímidos y débiles. Al hacer énfasis en un punto, tus gestos no se mueven con convicción.

Lo que interpretan: Falta de confianza y autocontrol.

¿Qué debes hacer? Fílmate para tener una idea concreta de lo que haces con las manos. Luego, asegúrate de practicar los gestos manuales con los que te sientes cómodo y que puedes usar para enfatizar los puntos que expones.

POSTURA Y MOVIMIENTO

Lo que ven: Estás encorvado o encogido, desplazando tu peso como un balancín de un pie a otro; incluso uno de tus pies puede estar “enredado“ alrededor de la otra pierna. O bien pareces clavado en un solo punto del escenario o corres de un lado a otro como conejo en carbones calientes.

Lo que interpretan: Nerviosismo; no quieres estar allí.

¿Qué debes hacer? Párate derecho y pon los hombros hacia atrás; usa la filmación anterior, esta vez para estar seguro de lo que haces con los pies, ¿Qué te gusta y qué te desagrada? de esa manera te será más fácil corregirlo con la práctica.

EXPRESIONES FACIALES

Lo que ven: Estás arrugando la cara, torciendo los labios hacia abajo, con la mirada perdida o incluso dejas ver tu disgusto cuando te hacen una pregunta repetitiva o un comentario con el que no estás de acuerdo.

Lo que interpretan: No eres profesional.

¿Qué debes hacer? primero, identifica las posibles emociones que puedes sentir si alguien del público te contraría; piensa en el derecho que tiene cada quien en pensar distinto a ti e iniciar un debate sano. Luego, identifica las emociones positivas y negativas al presentar; si sientes pasión y te estás divirtiendo, demuéstralo; si por el contrario te sientes fuera de lugar o nervioso, aprende a controlarlo identificando primero el por qué de tu nerviosismo.

Nunca olvides ver tu presentación a través de los ojos de tu audiencia.

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