Recientemente una investigación llevada a cabo por el investigador Gün R. Semin y sus colegas de la Universidad de Utrecht en Holanda,
sugiere que los seres humanos somos capaces de comunicar nuestros
estados emocionales a través de señales químicas que son captadas por el
sentido del olfato.
Según los científicos “Estos
resultados son contrarios a la hipótesis comúnmente aceptada de que la
comunicación humana se ejecuta exclusivamente a través del lenguaje o
canales visuales”.
Su hipótesis es que los componentes químicos en las secreciones
corporales como el sudor, activarían procesos emocionales similares
tanto en el emisor como el receptor, establecimiento una sincronía
emocional de algún tipo.
Para probar estas hipótesis, los investigadores tomaron como muestra
el sudor de 10 hombres mientras miraban escenas aterradoras de la
película de terror “El Resplandor“ y videos repulsivos de MTV “Jackass”.
Un grupo de 36 mujeres fueron expuestas a las muestras de sudor
mientras realizaban una tarea de búsqueda visual. Sus expresiones
faciales fueron registradas y sus movimientos oculares fueron rastreados
mientras terminaban la tarea.
Según habían previsto los investigadores, las mujeres que estuvieron
expuestas a las señales químicas del “sudor miedo” produjeron
expresiones faciales de miedo, mientras que las mujeres que estuvieron
expuestas a señales químicas del “sudor asco” produjeron expresiones
faciales análogas.
Los investigadores también encontraron que durante la exposición del sudor miedo y sudor asco,
se alteró las percepciones de las mujeres en la tarea de búsqueda
visual y afectó su comportamiento visual y los ojos exploraban buscando
otro estimulo mas agradable.
Los resultados proporcionan apoyo al modelo de comunicación social
encarnada, lo que sugiere que señales químicas actúan como un medio a
través del cual las personas pueden ser “sincronizadas emocionalmente ”
fuera de la conciencia.
Los investigadores reconocen que estos efectos podrían muy bien
contribuir a la especie de contagio emocional (neuronas espejo) que se
observa a menudo en situaciones de gran multitud.
Pero todo esto no es nada nuevo; hace mucho que sabe del poder del
olfato en los seres humanos en relación con las señales químicas que
emanan del cuerpo. El olor de la piel y el sudor de las mujeres
embarazadas, por ejemplo, producen cambios de comportamientos y en los
maridos. Las sustancias químicas que desprenden sus cuerpos al ser
inhaladas por los futuros padres, hace que bajen los niveles de
testosterona, considerada la hormona de la agresividad y el deseo sexual
en los hombres; mientras que suben los niveles de la prolactina que es
la hormona responsable de la conducta protectora típica paternal y les
hace estar más cariñosos y atentos con la pareja.
Algunos hombres sufren el síndrome de encobada, también llamado
embarazo empático, que les hace engordar pero no porque comen mas, sino
que se produce inconscientemente por empatía a su pareja, y además se
obsesionan por arreglar cosas.
El lenguaje corporal abarca todos los sentidos del ser humano, a
pesar de que el 90% de la información la recibimos a través del sentido
de la vista no debemos descuidar los demás sentidos, sino que debemos
potenciarlos, agudizarlos y aprender a utilizarlos conjuntamente.
lenguajecorporal.org
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