Cual si se tratara de un torneo electoral en el que todos por primera vez se presentan en una campaña, la recién abierta carrera hacía la casa de gobierno en Rep. Dom., está salpicada de infantiles errores desde el punto de vista de la comunicación política.
En éste y otros artículos, desde nuestra firma ENFOQUE, nos proponemos contribuir al debate sobre este particular a través de una serie de reflexiones no partidistas. Este ejercicio profesional procura, desapasionadamente, generar un espacio crítico desde la óptica de la comunicación en tiempos electorales.
Hoy hablemos sobre Lenguaje Político.
Algunas de las figuras políticas del presente certamen electoral están intentando comunicarse con los votantes, pero están olvidando todos los aportes que autores como George Lakoff, han sumado a la basta bibliografía del mundo de la comunicación política, los actuales candidatos están obviando que las palabras activan marcos en el cerebro de los electores y estos a su vez conducen a referentes preconcebidos en el ideario colectivo.
Les planteo éste ejemplo: si durante mi discurso hablo del “hambre” la palabra HAMBRE es un significante que remite a uno o varios significados, dicho en palabras más llanas, cuando uno de nuestros candidatos intenta convencer a los electores diciendo que en su gobierno “no” se producirán actos de CORRUPCIÓN, el marco que se activa en el cerebro del elector es: CORRUPCIÓN y todos sus sinónimos, sin embargo, el candidato X buscaba comunicar a los ciudadanos que su gobierno será “honesto, austero, honrado” en fin, su intención comunicativa original se inspiraba en una acción positiva, pero erróneamente apeló a una palabra de connotación negativa para comunicar su mensaje.
Como éste decenas de errores “infantiles” se están registrando en esta campaña electoral 2012. En un próximo artículo hablaremos sobre los spots publicitarios y el enfoque, poco efectivo, de algunos de ellos.
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