10 tácticas que debes aplicar al negociar un aumento


Negociar un aumento de sueldo puede llegar a ser una de las pruebas más duras para tu temple y resistencia mental, sobre todo si nunca lo has hecho antes. No por eso deja de ser muy necesario, puesto que según el sitio Salary.com, las pérdidas acumuladas que puedes tener como profesional si nunca buscas una mejor remuneración, podrían ascender a un millón de dólares a lo largo de toda tu vida.
Eres tú, o ellos.
Eres tú, o ellos.

¿Suena como mucho dinero? Seguro que lo es, ¡Y mucho más si piensas que no puedes alcanzarlo!
Para ayudarte en este proceso vital para tu bienestar, aquí tienes 10 tácticas de guerrilla para lograr negociar ese salario que te mereces:

#10. Piensa en la negociación como un campo de batalla.

En definitiva, al negociar un aumento de sueldo estás exigiendo algo que la otra parte simplemente no tiene interés en darte (Si así fuese, ya lo habría hecho, o no estarías leyendo este artículo en primer lugar). Estar sintonizado con este concepto te ayuda a tener la actitud correcta, según una investigación de George Mason y Michelle Marks.
Pensar en tu aumento de sueldo como una batalla aumentará las posibilidades de obtenerlo...

#9. Siempre usa números precisos en ofertas y contraofertas.

Durante un conflicto bélico, ¿Crees que los objetivos se plantean de manera general (“Manda a unos cuantos muchachos a vigilar este río“), o se de ser más específico?
Exactamente igual pasa cuando negocias tu salario. Debes ser específico, proponer números concretos en ofertas y contraofertas; No propongas montos muy altos (esperando que la otra parte haga una oferta a la baja), pues la Universidad de Columbia demostró que esto predispone a tu empleador a discutir. Exige lo que te parece justo, así la negociación avanzará más rápido y tendrás mayores probabilidades de éxito.

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Tips adicional: si vas a dar un monto, que no sea redondeado (Por ejemplo, $1000). Da un monto inexacto, como $1240; así la otra parte tendrá la impresión de que hiciste una investigación exhaustiva y estás haciendo una exigencia lógica y no caprichosa.

#8. Recluta a tu empleador en tu causa.

Las guerrillas de muchos países reclutan en parte de manera “obligatoria“, o a la fuerza… pero las que mejor funcionan son las que “enamoran“a otros a unirse a su causa.
¿Cómo enamorar a tu empleador (te tu causa, ojo)? Háblale de tus aspiraciones, tus metas, y cómo beneficiarían a la empresa. Da algunos detalles sobre tu vida en ese momento, y según Adam Grant, especialista en negociación, estarán más propensos a identificarse con tus necesidades y otorgarte tu aumento.

#7. En la medida de lo posible, mantente oculto.

Las guerrillas atacan de la manera más silenciosa y precisa posible; raramente muestran abiertamente su cara al enemigo. En la vida real, el Profesor Michael Taylor del Imperial College en Londres demostró que en una negociación cara a cara, la persona de más poder (tu empleador), tiene las de ganar; cuando las negociaciones se han iniciado a distancia (por ejemplo, correo electrónico), tus posibilidades de ganar la negociación aumentan hasta un 15%.
Comenzar a negociar a través del email te da un 15% más de probabilidades de éxito.
De esta manera puedes hacer una buena introducción a tu caso, sin tener la presión de hacerlo directamente en una entrevista formal (y tu jefe puede leerla con calma; imagínate el caso de que lo interrumpan a cada rato mientras le expones tu caso cara a cara).

#6. Cuando estés en persona, no le quites la vista a tu presa.

Ya sabes que el contacto visual directo puede resultar intimidante para la mayoría de las personas, y que deberías mantener la mirada relajada, evadiendo por momentos de manera natural. Pero ya sabes que ésta no es una negociación común, ¡Es una batalla!, así que prestar atención con un fuerte contacto visual tanto al hablar como para escuchar le dará énfasis a tu intención.
Y cuando sea el momento de la verdad…

#5. No guardes “armas secretas“para el final.

No eres parte de las fuerzas armadas, que pueden apretar un botón y teñir el cielo de rojo con sólo quererlo. Peleas en la jungla con los mínimos recursos, ¡Así que debes aprovecharlos todos en cada ataque!
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Según una investigación de Deepak Malthora en la Universidad de Harvard, a los empleadores les resulta frustrante que quien solicita un aumento no ponga todas las cartas sobre la mesa de una sola vez. Al hacerlo, pueden tener una mejor idea de la situación para el aumento… la negociación se da más rápido, y ya sabes lo que eso significa: mejor para ti.

#4. Deja que tu oponente reaccione.

Puede que tengas una estrategia inicial, pero debes permitirle a tu oponente reaccionar a ella. Quizás estás impidiéndole retroceder o rendirse, y si es así, no le quedará más remedio que luchar como una rata acorralada.
(Quizá te estás riendo porque acabo de llamar a tu jefe rata) ¿Listo? continuamos:
Durante una negociación de salario, haz una pausa luego de exponer toda tu situación e invita a tu empleador a expresarse. Que hable, que diga lo que piensa, lo que siente. Invítalo a reaccionar. Si no lo haces, ¡Incluso podría estar pensando en otorgarte el aumento, y como no lo dejas expresarse, puede empezar a dudar!

#3. Demuestra tus emociones

Eres un guerrero de la jungla, y cuando ha comenzado el ataque puedes hacer todo el ruido que quieras. Adam Galinsky de la Escuela de Negocios de Columbia, descubrió que mantener absoluta calma durante una negociación de aumento de sueldo, reduce tus posibilidades de obtenerla. ¿Te sientes frustrado, enojado, eufórico? demuéstralo (pero no de manera que tengas que disculparte luego)
Y por “disculparte“, sabes a lo que me refiero.
Y por “disculparte“, sabes a lo que me refiero.

#2. Pega primero

¿Crees que un guerrillero esperaría a que lo descubran para lanzar un ataque?
El que ataca primero, ataca dos veces; no importa lo que pase, haz tú la primera oferta, tomando en cuenta la recomendación 9. El hacer tú la primera propuesta te pone al frente de 
la negociación, y te da una ventaja psicológica sobre el otro.

#1. No esperes un “Ganar-Ganar“

Puede ser que pienses que al negociar un aumento de sueldo, debes pensar en la estrategia de “ganar-ganar“. Tú ganas algo y tu empleador también. Esta actitud puede ser que te haga sentir mejor antes, durante y después de la negociación, pero está demostrado que reduce las posibilidades de que logres lo que buscas.

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