No faltan los sitios de internet donde aseguran tener
tales claves, pero las mismas están un poco desactualizadas (si es que
no son absurdas de por sí). A continuación mencionaré diez que no sólo
están sustentadas por investigaciones científicas; tampoco entran en
conflicto con el sentido común. Empecemos:
- Su buen humor es espontáneo:
Ya sea sonriéndo o riéndo abiertamente, una mujer que disfruta de tu
compañía se notará feliz y agradada. Una que otra risilla nerviosa, o
una sonrisa pícara, es un indicio que ella disfruta de tu presencia
(ojo, hasta ahí, mejor ándate sin prisas… recuerda que ellas “huelen” tu
desesperación).
- Te toca casualmente: Si de repente te toca el
brazo, te acomoda la camisa, o incluso llega a rozarte la pierna con la
suya, es un indicio de que quiere acercarse. ¡No lo desaproveches!
Sólo trata de diferenciar toques accidentales de aquellos hechos
intencionalmente.
- Demasiadas “coincidencias”. Si ella gusta de tí,
buscará la manera de que se encuentren de manera “fortuita”. ¡No hablo
de acoso, claro está…! Más bien se siente como si te leyeran la mente y
adivinaran lo que vas a hacer (el cual es de hecho un superpoder innato
en ellas).
- Las miradas intermitentes: Debes aprender a
mirarlas indirectamente. No es difícil; lo que necesitas precisar es si
tratan de verte cuando no las estás mirando. Si es así, has llamado su
atención. Recuerda que ellas pueden analizarte y descartarte en apenas un vistazo.
Puedes olvidar los consejos sobre la apertura de las pupilas, son
irrelevantes pues dependen no sólo de su emoción, sino también de la
iluminación de donde se encuentren.
- El cabello tiene un significado especial: Creo que
ésta es la pista menos comprendida (porque de hecho, es bastante
difícil de precisar). Las mujeres siempre están acomodándose el
cabello; es una costumbre automática, que obviamente el 99% del tiempo
no tiene que ver con coqueteos (aunque no poco sitios de internet nos
inviten a pensar así). Pero ese 1% restante tiene una función
biológica: sacudir las feromonas de su piel hacia nosotros (recuerden la
importancia que tiene el sentido del olfato en la seducción). Por
supuesto, no empiecen a olisquear ahí y allá, ¡Se verán bastante raros!
Procuren más bien precisar cuando el gesto de acomodarse el cabello es
premeditado, en un movimiento más minucioso de lo normal (pero no
necesariamente más lento), y mas aún si ella mantiene el contacto visual
¿Menudo lío, verdad?.
- Si está sentada a tu lado,
al cruzar las piernas pondrá la más alejada de tí por encima de la
otra, para mostrar mejor la pantorrilla. En esta posición, los músculos
de la pierna se ven más tersos y provocativos.
- La barbilla, hacia tí: Creo que un enfoque erróneo
en la interpretación del lenguaje corporal femenino durante la fase de
acercamiento, es que supuestamente tienden a “mostrar el cuello”, cuando
les interesa un hombre. Un poco aventurada la afirmación, dado que
depende ni más ni menos ¡De la postura en la que está sentada! Una
forma más adecuada de identificar esta tendencia es fijarse si su
barbilla está ligeramente hacia nosotros (independientemente si vemos su
cuello o no). Si es así, buena señal; éste es uno de los “ejes“ de
la atención, que nos dice inmediatamente si les interesa lo que estamos
diciendo. Recuerda que a las mujeres les gusta hablar de frente.
- Los pies, un poco separados: una investigación
indica que cuando una mujer está de pie, el dinamismo con el que
mantiene el equilibrio nos dice la emoción que siente. Si ambas piernas
están derechas e inexpresivas, su pasión está muy lejos, ¡Quizá en
Japón!. Si están ligeramente abiertas o jugando con los tobillos, está
nerviosa (¿pero por qué?), no podemos saberlo a menos que sigamos
indagando. Pero con certeza no está distante.
- Recuerda detalles de conversaciones anteriores (que a veces ni tú mismo recuerdas):
¿Pensabas que sólo se trataba de mirar cómo se mueve? Una mujer, por
distraída que sea, no olvida pequeños detalles de lo que le decimos, si
les parecemos interesantes.
- No se siente intimidada por tu proximidad: Si de
verdad le gustas no le importará que te acerques a ella; pero si lo
haces en el momento inoportuno, o si eres demasiado impetuoso, puedes
despedirte de todo el esfuerzo que habías aplicado hasta ese momento. ¿Quieres saber una manera sencilla de acercarte a ella sin “amenazar” su espacio?
Dirige su atención lejos de tí mientras lo haces: busca algo que le
pueda llamar la atención (un cachorrito, otra pareja, una escultura, qué
se yo…) y apúntalo con la mirada, mientras te acercas a ella (como
tratando de “señalar” con tus ojos lo que quieres que vea). Debes estar
pendiente si ella oscila ligeramente hacia atrás (¡mala señal!)
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