Es increíble la importancia que tiene la percepción y decodificación de las
emociones del rostro; prácticamente desde el día que nacemos, un área del
cerebro conocida como la circunvolución fusiforme se “activa”
en su tarea de reconocer las caras de quienes nos rodean. Su protagonismo
en la gestión de nuestras interacciones sociales es crucial, y ni hablar
durante el proceso de persuasión.
En tal sentido, disponemos de un “vocabulario” facial que
tiene interpretaciones bien definidas. Así, la próxima vez que
estés intentando persuadir a alguien, ten en cuenta que…
1- El contacto visual efectivo requiere equilibrio:
Ya he mencionado antes la importancia de sostener la mirada para demostrar que
estás prestando atención, pero ¿Acaso no sentimos que alguien está “en
la luna”, cuando su mirada se queda fija en nosotros sin pestañear?
Mirar a los ojos demuestra confianza y honestidad; le transmites a la persona
un genuino interés en lo que está diciéndote. Simplemente no olvides
parpadear (pero no en exceso, lo que puede hacerte ver inseguro, distraído
o incluso deshonesto).
2- Tus cejas demuestran emoción: el simple acto de elevar
las cejas (Que corresponde a las Unidades de Acción AU1+AU2 del Facial Action Coding System),
proyecta asombro e interés puntual en lo que nuestro interlocutor acaba de
decir. Si tuviésemos que clasificarlo por intensidad del 1 al 5, sería un
3 (En otras palabras, tampoco exageres la
expresión).
3- Cuida el ceño fruncido: acercar las cejas y arrugar el
área justo encima de tu nariz no te hará ver más analítico, serio o interesado;
te mostrará abiertamente hostil. ¡El calificativo perfecto
para romper cualquier empatía que hayas desarrollado hasta ese momento…!
¿Quieres saber la mejor parte? lo hacemos de manera inconsciente aún cuando
sólo estamos sopesando opciones y estrategias. Es un esfuerzo
consciente el relajar la frente en esos instantes, ¡Practica hacerlo
varias veces al día!, te será muy beneficioso al no obstruir tu poder
persuasivo.
4- Sonríe sin exagerar: especialmente delicado es este
punto; en un artículo anterior les comentaba que la mejor sonrisa es la que se
dosifica en pequeños avances, sin exagerarla ni apresurarla.
Sonreír mucho es incluso peor que mantener un rostro neutro… ¡Parecerá que te
estás burlando de la persona, y que no te importa mucho lo que está diciendo!
5- Mantén tus labios relajados: Al igual que la frente,
tensar o apretar los labios es sinónimo de incomodidad o desacuerdo con lo que
escuchamos o represión de nuestras propias ideas, ¡Nada bueno puede
proyectarse con ese gesto! acostúmbrate a mantener tu boca
relajada (Créeme, es más difícil de lo que te imaginas) y por sobre
todas las cosas, evita hacer “medias sonrisas”
que expresan desprecio por quien tienes enfrente.
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